jueves, 6 de noviembre de 2014

El duelo y el niño

Pese a que la muerte es algo natural, es parte de la vida y  es un destino al que tarde o temprano todos nos enfrentaremos, hablar de ella es difícil, y más con un niño.
No saber que decirle a los peques tras la muerte de un ser querido, hace que muchas veces los adultos utilicen metáforas para hacerles entender la situación. Pero ¿Eso es lo mejor?

Es muy importante permitir que el niño viva su duelo y que se sienta acompañado en todo momento, tenga la edad que tenga,

Acompañar a un niño en  duelo significa ante todo no apartarle de la realidad que se está viviendo, con la escusa de ahorrarle sufrimiento.Los niños son  muy sensibles y sienten que la energía del adulto es  de tristeza o dolor, sienten los cambios de rutina y  la ausencia del ser fallecido, se dan cuenta de que algo pasa  y  esta incertidumbre les afecta y mucho.
Aunque resulte muy doloroso y difícil hablar de la muerte con el niño, es mejor hacerlo lo antes posible. Cuando hayan pasado las primeras horas de mayor dramatismo y confusión, esto es muy importante, le explicaremos lo ocurrido con palabras sencillas y sinceras. por ejemplo:"Ha ocurrido algo muy triste  nuestra mascota ha muerto. ya no estará más con nosotros porque ha dejado de vivir"


¿Pero que ocurre cando este ser que muere es una persona con la que el niño tiene un vinculo fuerte?
Todos los seres vivos mueren "incluyendo los peces, los insectos y las personas"
¿Cómo le damos la noticia? ¿Y si nos pregunta por qué? ¿ Donde ha ido cuando se ha muerto? o cualquier otra pregunta a la que no tenemos repuesta ¿ Qué le decimos?

Estos son algunas,  de las preguntas y opiniones que hacen los niños sobre la muerte, solo algunas puesto que cada niño es diferente y tiene su propia percepción sobre la muerte.



-¿Qué es la muerte?

-¿Por qué la gente se muere?

-¿Me voy a morir?

-¿Qué le pasan a los que mueren? ¿Dónde van?

-Si te mueres y pasan miles de años te vuelves un fosil.

-La muerte es como una rueda, te mueres, naces, te mueres y vuelves a nacer, pero como cuando naces no sabes hablar, luego ya no te acuerdas.

.A mi me han dicho que  mi abuelo está en el cielo.Lo que no entiendo es como lo hace para no caer.

-Si te comes esas bolitas rojas del arbol te envenenas y te vas al cielo y luego te caes y te mueres.

-Mi abuelo vive en el cielo y mi abuela en Valladolid.

-Me han dicho que un entierro es que te meten en la tierra y luego te vas al cielo, y luego te mueres.

-Cuando nosotros no existíamos, existían los que ahora no existen.

-Mi gato se ha muerto, pero no estoy triste porque cuando vuelva a nacer lo hará en mi familia-


Bien lo primero que tenemos que tener en cuenta a la hora de aclarar dudas a los niños, es siempre decir la verdad, pero dando espacio para que surjan en él  las dualidades del tipo de pensamiento que posee.


A continuación reflejo algunas sugerencias de como enfocar la muerte a un niño.


  • Admitir que los adultos no tenemos respuestas para todo.
  • Hacer participar al niño en el proceso de enfermedad y muerte, si lo desea, nunca hay que obligar al niño a que haga algo que no desea.
  • No aislar al niño de las penas.
  • No asociar la muerte al pecado o al castigo.
  • No evitar la palabra muerte.
  • No asociar la muerte con un viaje, cansancio o enfermedad.
  • Comunicarle lo antes posible la situación.
  • Concederle el mismo privilegio de los adultos respecto a expresar su amor y afecto al difunto.
  • Facilitarle la expresión de otros sentimientos, emociones y estados de animo: rabia, enfado, tristeza...
Y algo imprescindible en el duelo del niño, la presencia de un adulto cercano que lo pueda sostener emocionalmente, un abuelo, una tía o alguien cercano a los padres y al niño. Normalmente los adultos están devastados  por la perdida del ser querido y el niño queda solo con sus dudas y desconciertos.
















miércoles, 5 de noviembre de 2014

Permite que tu hijo llore y ria

Los niños precisan expresar sus sentimientos de dolor llorando y gritando para
poderlos superar del todo y así curarse de los efectos de las experiencias angustiosas. El llanto es el proceso que permite sanar el trauma y los niños no se sentirán mejor hasta
que puedan dar rienda suelta a sus lágrimas. Llantos y rabietas son las formas más
eficaces que tienen los niños de hacer frente al estrés y mantenerse sanos.
 Los niños no lloran más de lo necesario, y deben sentirse amados y aceptados cuando lloran.
Cuando necesitan llorar utilizan cualquier pretexto para hacerlo.

A la mayoría de nosotros no nos dejaron llorar lo suficiente cuando fuimos pequeños.
Nos distrajeron, riñeron, castigaron o ignoraron cuando intentábamos sanar nuestras
propias heridas de infancia mediante el llanto. Nos ofrecieron juguetes o comida como
elementos de distracción y nos elogiaban cuando no llorábamos. Captamos el mensaje
de que llorar es inaceptable. Esto nos llevó a creer que una parte de nosotros no era
buena y comenzamos a reprimir ciertos aspectos de nuestra personalidad para agradar a
nuestros padres. Aprendimos a tragarnos las lágrimas, a negar nuestros sentimientos, a
inhibir la esencia más profunda de nuestro ser.
Tenemos una fuerte tendencia a evitar que nuestros hijos lloren, como nuestros padres hicieron con nosotros.
Reír es tan importante como llorar y es un mecanismo de liberación de tensión
que ayuda a los niños a liberar los sentimientos de miedo, rabia, vergüenza, inseguridad
e incapacidad. Las personas suelen reír cuando se sienten asustadas, asombradas o
incómodas. ALETHA J. SOLTER

sábado, 1 de noviembre de 2014

Estar en una escuela libre

 ¿ Qué es eso de escuela libre? ¿Cómo son?¿Y qué hacen?¿Y por qué?
Estas preguntas me las hacen muy a menudo, estas y otras muchas que surgen ante estas escuelas tan tan diferentes.  
 Pues bien estar en una escuela libre no significa que los niños puedan hacer cualquier cosa, en las escuelas libres existen límites y normas que regulan la convivencia, la diferencia es que nuestras normas no se le imponen a los niños por que lo dicen los adultos, sino, que las decidimos junto a ellos valorando todas las opiniones. En ocasiones hasta son los niños los que deciden por ellos mismo que es necesaria una norma que hasta el momento no existía. Sin ir  más lejos,  hace unos días cinco de nuestros niños estaban jugando y uno de ellos se choco con otro, entonces pararon el juego y dijo uno de ellos " se ha hecho daño por saltar tan alto, vamos a poner la norma de no saltar tan alto a este juego" "no es justo porque a mi me gusta saltar muy alto" dijo otro " pues a votaciones"dijo el otro y de este modo quedo consensuada una nueva norma.
Ver esto es alucinante puesto que la edad de estos niños era de tres años el más peque a cinco el más grande.
 En estas escuelas se favorece que sea el propio niño el que busque respuesta, y que sea él el verdadero protagonista de su aprendizaje, esta es otra gran diferencia de la escuela convencional  nuestra pedagogía está más orientada a los procesos de aprendizaje que a los objetivos., aquí es el niño el que decide  cuando, como y con quién quiere aprender algo. Nadie sabe mejor que él mismo lo que necesita aprender. El aprendizaje se tiene que dar desde el interior hacia el exterior y cuando se permite que se dé de esta forma es impresionante ver hasta donde pueden llegar, es maravilloso.


Otra gran diferencia de estas escuelas es  la ratio, la ratio es muy pequeña de unos siete u ocho niños por acompañante, además estos acompañantes dan mucho valor a la parte emocional y cuidan mucho la afectividad, en estas escuelas se forman vinculos muy fuertes y no solo con los niños sino también con los padres. En estos espacios las acompañantes  respetan y confían en el proceso madurativo de cada uno de los niños  y en su ritmo interior de aprendizaje.

Los conflictos es otra de las grandes diferencias de estas escuelas, se trabaja mucho la resolución de conflictos, las acompañantes solo intervienen en ellos  cuando es preciso, y siempre gestionándolos , no resolviéndolos y por supuesto siempre de forma respetuosa,  pero firme. La pregunta que escucho más a menudo sobre este tema es: ¿Cuándo un niño pega a otro como lo resuelves" Lo primero que contesto es: no lo resuelvo, lo gestiono si es necesario, puesto que la gran mayoría de veces son los niños los que lo resuelven sin nuestra ayuda. Pero en el caso de que no sea así pues, en primer lugar atendemos al niño que ha sido agredido y después pedimos que nos comuniquen que ha ocurrido, al niño que ha pegado se le dice de forma siempre respetuosa pero firme que nadie tiene derecho de hacer daño a nadie que  si está enfadado con el otro niño esta en su derecho, pero que tiene que resolverlo hablando, nunca pegando, y no acabamos aquí, al niño que ha sido agredido se le dice que tiene que ser él el que ponga límites al otro y que si ha hecho algo que no le ha gustado que le mire a los ojos y se lo diga de forma firme, pero con respeto .


 Las escuelas libres son la semilla para que el mundo futuro sea más humano y respetuoso