miércoles, 5 de noviembre de 2014

Permite que tu hijo llore y ria

Los niños precisan expresar sus sentimientos de dolor llorando y gritando para
poderlos superar del todo y así curarse de los efectos de las experiencias angustiosas. El llanto es el proceso que permite sanar el trauma y los niños no se sentirán mejor hasta
que puedan dar rienda suelta a sus lágrimas. Llantos y rabietas son las formas más
eficaces que tienen los niños de hacer frente al estrés y mantenerse sanos.
 Los niños no lloran más de lo necesario, y deben sentirse amados y aceptados cuando lloran.
Cuando necesitan llorar utilizan cualquier pretexto para hacerlo.

A la mayoría de nosotros no nos dejaron llorar lo suficiente cuando fuimos pequeños.
Nos distrajeron, riñeron, castigaron o ignoraron cuando intentábamos sanar nuestras
propias heridas de infancia mediante el llanto. Nos ofrecieron juguetes o comida como
elementos de distracción y nos elogiaban cuando no llorábamos. Captamos el mensaje
de que llorar es inaceptable. Esto nos llevó a creer que una parte de nosotros no era
buena y comenzamos a reprimir ciertos aspectos de nuestra personalidad para agradar a
nuestros padres. Aprendimos a tragarnos las lágrimas, a negar nuestros sentimientos, a
inhibir la esencia más profunda de nuestro ser.
Tenemos una fuerte tendencia a evitar que nuestros hijos lloren, como nuestros padres hicieron con nosotros.
Reír es tan importante como llorar y es un mecanismo de liberación de tensión
que ayuda a los niños a liberar los sentimientos de miedo, rabia, vergüenza, inseguridad
e incapacidad. Las personas suelen reír cuando se sienten asustadas, asombradas o
incómodas. ALETHA J. SOLTER

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